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Frente a la costa, por Punta de Lobos en Pichilemu, Arquitectura Hederra comenzó su proceso creativo inspirado en idear una casa a la medida para la familia que motivó su construcción, sacando el máximo provecho a su contexto geográfico, emplazando la estructura frente al Océano Pacífico, en medio de las dunas y sobre un pequeño bajo.
El clima costero y la geografía dunar del sector, fueron determinando ciertas características únicas de la casa. Comenzando por la proyección de un umbral que pudiera abarcar el largo terreno de la propiedad, y que este, a su vez, fuera capaz de conectar el entorno con el interior del hogar, consiguiendo el equilibrio perfecto entre la arena, luz, jardín, madera y piedra.
Estos últimos materiales, fueron elementales en la conformación del proyecto por su carácter natural, siendo los protagonistas del umbral que se sostiene mediante madera y piedra. Joaquín Hederra Humeres, arquitecto a cargo, atribuyó el uso de materiales a su carácter ecológico y durabilidad “La elección de piedra y madera como material de estructura y revestimiento se debe a la relación que tiene la casa con el entorno natural donde está emplazado. Además, estos materiales correctamente instalados son de bajo mantenimiento y de larga duración en lugares cerca del mar, debido a que no reaccionan con el poder abrasivo de un ambiente salino”.
Hederra, a su vez explica que uno de los mayores desafíos fue el largo del terreno; y para abordarlo “este largo fue visto de manera similar a su entorno: La playa y duna son espesores naturales geográficos del lugar. Por lo tanto, el proyecto se diseñó como un espesor habitable el cual se relaciona directamente con su alrededor. Este espesor se construye mediante el umbral y este, a la vez, permite habitarlo”, sentenció.
En detalle, el umbral, que atraviesa todo el terreno elevando la casa contiene a su izquierda la entrada principal, espacio protegido del viento Sur predominante, iluminada por luz cenital y conformada por maderas impregnadas y piedra. A la derecha, se contempla el horizonte contrastado por la verticalidad.
La Terraza Sur comunica los dormitorios con los espacios menos íntimos, como el living. Este pasillo exterior aprovecha al máximo la iluminación de cielo y, a través del quiebre generado en su mitad, se direcciona el interior de la casa hacia el paisaje. En cuanto al revestimiento, el cielo exterior fue materializado por pino de 1” x 3”, y está pintado con una ligera mano de blanco albayalde, el cual ilumina el sector menos soleado durante el día y en la noche irradia calidez.
Concón Maderas Impregnadas agradece la confianza depositada por Arquitectura Hederra en sus maderas impregnadas para la conformación de este hermoso umbral frente al mar.
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