Cotizar
0
info@conconmaderas.cl
+56 9 32517841
En la cálida y semidesértica IV Región de Chile, cerca de la costa y en medio de una Comunidad Ecológica en Huentelauquén, el arquitecto Sebastián Espinoza Cifuentes (SEarq) recibió por encargo el desafío de construir el hogar para una familia de cinco personas, con cualidades sostenibles para poder habitar en armonía con la flora y fauna del sector.
Fue así como el arquitecto definió las primeras características de la casa, eligiendo entre los materiales predominantes para la construcción la madera, vidrio y paneles SIP, por su bajo impacto en el territorio y excelente respuesta ante ambientes hostiles y climas costeros.
La estructura del proyecto fue definida en respuesta a una peculiaridad del sector y el territorio geográfico, lugar que presenta cualidades morfológicas únicas debido al clima seco y costero, que atrae múltiples especies de aves y otorga las condiciones para el desarrollo de una variada flora silvestre. El terreno presenta una leve pendiente que cae en dirección al mar, potenciando las vistas hacia la rompiente, y que a su vez, lo deja expuesto a los vientos costeros.
Esta cualidad del territorio y sus componentes fueron abordadas como un desafío que determinó la forma de la casa. Su ubicación y emplazamiento en el terreno se abordó desde “la estructura en “L” rotado en 45° respecto a los deslindes, generando una punta de flecha en dirección al poniente para sacar el máximo partido a las vistas del entorno, y hacia atrás un espacio exterior protegido de los fuertes vientos costeros característicos de la zona”, explica el arquitecto.
La casa fue elaborada completamente en pino impregnado, con una estructura en base a pilotes que la elevan 75 centímetros respecto del nivel del suelo, debido a tres razones fundamentales: mejora las vistas hacia el mar desde el interior de la casa, aísla la construcción del suelo -el que por su condición arcillosa, en invierno conserva mucha agua- garantizando que la humedad no se traspase a la construcción y la tercera responde a “un acto de respetar este maravilloso entorno natural, donde la arquitectura se presenta con un objeto liviano con un aspecto transitorio”, destacó Sebastián.
La casa cuenta con terminaciones simples y materiales austeros, que sumados al tono oscuro utilizado en las maderas del revestimiento le otorgan una atípica y elegante apariencia.
Los retos que conlleva la arquitectura en terrenos con desniveles se compensan con los increíbles resultados que se obtienen de un trabajo bien hecho, con vistas panorámicas y diseños únicos que se adaptan a la superficie única del terreno. La casa fue edificada con maderas de Concón Maderas Impregnadas, las cuales contribuyen a que “Casa Z” se proyecte como un hogar que acompañará a la familia que la habita durante toda la vida.
Certificaciones
